Ir al contenido principal

Salmo 67 (66)

Oración pública después de la recolección anual

1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico.

2 ¡ Dios nos tenga piedad y nos bendiga,
su rostro haga brillar sobre nosotros !

3 Para que se conozcan en la tierra tus caminos,
tu salvación entre todas las naciones.

4 ¡ Te den, oh Dios, gracias los pueblos,
todos los pueblos de den gracias !

5 Alégrense y exulten las gentes,
pues tú juzgas al mundo con justicia,
con equidad juzgas a los pueblos,
y a las gentes en la tierra gobiernas.

6 ¡ Te den, oh Dios, gracias los pueblos,
todos los pueblos te den gracias !

7 La tierra ha dado su cosecha:
Dios, nuestro Dios, nos bendice.

8 ¡Dios nos bendiga, y teman ante él
todos los confines de la tierra!






(Chopin, Nocturne in B Major, opus 32 no.1, Piano Solo )

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Salmo 1

Los dos caminos 1 ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, 2 mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche! 3 Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien. 4 ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento. 5 Por eso, no resistirán en el Juicio los impíos, ni los pecadores en la comunidad de los justos. 6 Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde. ♣ (Vivaldi- otoño)

Salmo 71 (70)

Súplica de un anciano 1 A ti, Yahveh, me acojo, ¡no sea confundido jamás! 2 Por tu justicia sálvame, libérame! ¡ tiende hacia mí tu oído y sálvame! 3 ¡Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve, pues mi roca eres tú y mi fortaleza. 4 ¡Dios mío, líbrame de la mano del impío, de las garras del perverso y del violento! 5 Pues tú eres mi esperanza, Señor, Yahveh, mi confianza desde mi juventud. 6 En ti tengo mi apoyo desde el seno, tú mi porción desde las entrañas de mi madre; ¡ en ti sin cesar mi alabanza! 7 Soy el asombro de muchos, más tú eres mi seguro refugio. 8 Mi boca está repleta de tu loa, de tu gloria todo el día. 9 A la hora de mi vejez no me rechaces, no me abandones cuando decae mi vigor. 10 Porque de mí mis enemigos hablan, los que espían mi alma se conciertan: 11 << ¡Dios le ha desamparado, perseguidle, apresadle, pues no hay quien le libere! >> 12 ¡Oh Dios, no te e...

Salmo 2

El drama mesiánico Cf. Sal 110. 1 ¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos mascullan planes vanos? 2 Se yerguen los reyes de la tierra, los caudillos conspiran aliados contra Yahveh y contra su Ungido; 3<< ¡Rompamos las coyundas, sacudámonos su yugo! >> El que se sienta en los cielos se sonríe, Yahveh se burla de ellos. 5 Luego en su cólera les habla, en su furor los aterra: 6 << Ya tengo yo consagrado a mi rey en Sión mi monte santo >>. 7 Voy a anunciar el decreto de Yahveh: Él me ha dicho: << Tú eres mi hijo >> ; yo te he engendrado hoy. 8 Pídeme, y te daré en herencia las naciones, en propiedad los confines de la tierra. 9 Con cetro de hierro, los quebrarás los quebrarás como vaso de alfarero>>. 10 Y ahora, reyes, comprended, corregíos, jueces de la tierra. 11 Servid a Yahveh con temor, 12 con temblor besad sus pies; no se irrite y perezcáis en el cam...