El juez de los jueces de la tierra
1 Del maestro del coro. <<No destruyas>>. De David. A media voz.
2 ¿De veras, dioses, pronunciáis justicia,
juzgáis según derecho a los hijos de Adán?
3 No, que de corazón cometéis injusticias,
con vuestras manos pesáis la violencia en la tierra.
4 Torcidos están desde el seno los impíos,
extraviados desde el vientre los que dicen mentira;
5 tienen veneno como veneno de serpiente,
como el de un áspid sordo que se tapa el oído,
6 que no oye la voz de los encantadores,
del mago experto en el encanto.
7 ¡Oh Dios, rompe sus dientes en su boca,
quiebra, Yahveh, las muelas de los leoncillos.
8 ¡Dilúyanse como aguas que se pasan,
púdranse como hierba que se pisa,
9 como licamo que marcha deshaciéndose,
como aborto de mujer que no contempla el sol !
10 ¡Antes que espinas echen, como la zarza,
verde o quemada, los arrebate el torbellino!
11 Se alegrará el justo de haber visto la venganza,
sus pies bañará en la sangre del impío;
12 y se dirá: <<Sí, hay un fruto para el justo;
sí, hay un Dios que juzga en la tierra>>.
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(Mozart, Piano Quartet in E-flat major, 3rd mvt., KV 493)
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